El "ecocidio" en la Amazonía e Irán avivan las "llamas" del G7

La presencia del ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, sorprendió a los asistentes del G7 y es una continuación de los intentos del anfitrión de la cita, el presidente francés Emmanuel Macron, de crear las condiciones de distensión con Teherán. En el G7 también se prometió ayudar a combatir los incendios en la Amazonía.

Oxfam activists wear masks of the G7 leaders in Hendaye, France.

Oxfam activists wear masks of the G7 leaders in Hendaye, France. Source: AAP

 El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, irrumpió el domingo en la reunión del G7, que se celebra en la ciudad francesa de Biarritz. Solo se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron una media hora y por tres horas y media con su homólogo de Exteriores, Jean-Yves Le Drian.

No hubo conversaciones con los Estados Unidos en la reunión del G7, bloque integrado por Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Canadá y Japón, además de la Unión Europea.

Las autoridades francesas afirmaron que el presidente estadounidense, Donald Trump, estaba al tanto de su visita.

"Trabajamos con total transparencia con los estadounidenses", indicó el Elíseo.

Pero cuando empezaron a circular los rumores de la llegada del ministro iraní, Trump, que se encontraba tuiteando sobre diversos asuntos, respondió a la prensa: “Ningún comentario”.

"El camino por delante es difícil. Pero vale la pena intentarlo", escribió en Twitter Zarif tras reunirse con Macron y funcionarios británicos y alemanes, aunque no se sabe nada de lo que hablaron.

Por su lado, la canciller alemana, Angela Merkel, describió la reunión como un “evento paralelo” que no se relacionó directamente con el G7, aunque remarcó que cualquier intento por rebajar las tensiones con Irán sobre el acuerdo nuclear vale la pena.
Iran's Foreign Minister Mohammad Javad Zarif (L) has made a suprise visit to the G7 summit in France.
Iran's Foreign Minister Mohammad Javad Zarif (L) has made a suprise visit to the G7 summit in France. Source: EPA
Macron había mantenido conversaciones con Zarif en París en vísperas de la cumbre del G7 y ha estado dirigiendo los esfuerzos para que Teherán y Washington vuelvan a la mesa de negociaciones.

La política de Trump de aplicar la "máxima presión" sobre Teherán mediante sanciones que estrangulan su economía ha sido criticada por las potencias europeas, que consideran aumenta el riesgo de conflicto en Oriente Medio.

Macron, que quiere que Francia se vuelva una “potencia de equilibrio” ha instado al gobierno de Estados Unidos a que ofrezca algún tipo de alivio a Irán, como el levantamiento de las sanciones sobre las ventas de petróleo a China e India, o una nueva línea de crédito para permitir las exportaciones.

A cambio, Irán volvería a cumplir con un acuerdo histórico de 2015, que fue gestionado durante la administración de Barack Obama para limitar su programa nuclear, del que Trump se retiró unilateralmente del año pasado.

Australia frente a Irán

Las discusiones en Biarritz se dan en un momento de suma tensión. De hecho, Australia acaba de anunciar la semana pasada que apoyará a a la coalición liderada por Estados Unidos para proteger a los buques petroleros que circulan en el estrecho de Ormuz de los ataques atribuidos a Irán, que este país niega.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, acudió a la cita como invitado especial y explicó a los líderes del G7 la contribución en el golfo. Con Trump tuvo una conversación de 20 minutos.

“Ellos tuvieron un gran respeto por la forma en que Australia piensa sobre estos asuntos y es muy claro cómo perseguimos nuestros intereses nacionales y al hacerlo es muy, pero muy, enfocado”, comentó Morrison a periodistas en Biarritz, al insistir en que “tenemos muy claro de lo que se trata y de lo que no”.
Prime Minister Scott Morrison at the G7 summit
Prime Minister Scott Morrison at the G7 summit Source: AAP

Las llamas del incendio llegan al G7

Los líderes del G7 se pusieron de acuerdo este domingo en ayudar a los países afectados por los incendios en la Amazonía "lo más rápido posible"", según dijo el presidente Macron.

"Nuestros equipos están tomando contacto con todos los países de la Amazonía para que podamos concretar nuestros compromisos con medios técnicos y financieros", añadió el mandatario francés, quién llamó a "movilizaciones de todas las potencias" ante esta "emergencia internacional".

El presidente de Estados Unidos y el primer ministro británico, Boris Johnson, que asistieron también a la cumbre del G7, ofrecieron también la asistencia de sus países.

 El papa Francisco también se mostró el domingo "preocupado" por los incendios que devastan la selva de la Amazonía, que describió como "ese pulmón vital para nuestro planeta".

La víspera, el presidente colombiano, Iván Duque había pedido desde su país a la comunidad internacional más recursos para la Amazonía.
A fire burns in a section of the Amazon rainforest on August 25, 2019 in Porto Velho, Brazil.
A fire burns in a section of the Amazon rainforest on August 25, 2019 in Porto Velho, Brazil. Source: Getty
La inscripción en la agenda del cónclave de esta crisis, sin participación de los países de la región, provocó la furia de Bolsonaro, quien denunció una "mentalidad colonialista fuera de lugar en el siglo XXI".

Sin embargo, su ministro de Defensa, Fernando Azevedo, dijo el sábado que "cualquier ayuda es bienvenida": la "vamos a evaluar".

Macron rechazó las críticas de Brasil sobre una intromisión en asuntos soberanos de otras naciones, y recordó que Francia es "uno de los nueve países amazónicos" ya que la Guayana, territorio francés, está localizado en el noreste de Sudamérica.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, el único mandatario sudamericano presente en la cumbre a invitación de Francia, abordó la emergencia de los incendios en la Amazonía con la canciller alemana, Angela Merkel.

"Estamos estudiando una ayuda, sobre todo logística", indicó Merkel a la prensa. "La ayuda de los Estados europeos será coordinada en Bruselas", apuntó la canciller.
Tras las presiones, Brasil ya desplegó el domingo dos aviones Hércules C-130 en un vasto operativo militar para apagar los incendios que devoran partes de la Amazonía, mientras se anuncian nuevas protestas contra el presidente Jair Bolsonaro por su gestión ante los peores incendios en años en la mayor selva tropical del mundo.

Áreas de la remota región fronteriza con Bolivia han sido arrasadas por las llamas, y han provocado una densa humareda que aumenta la contaminación a lo ancho de la Amazonía, un tesoro ecológico de 5,5 millones de kilómetros cuadrados bajo amenaza.

Los expertos afirman que el aumento de la deforestación durante la temporada de sequía para crear tierras cultivables o de pastoreo agravó el problema este año.

Al menos siete estados de los nueve que forman la Amazonía Legal brasileña, incluyendo Rondonia, han pedido al gobierno federal el envío de tropas, y 43.000 militares que están permanentemente en la zona selvática están disponibles para actuar ahí donde se les requiera para apagar los fuegos.

A pesar de que el 60% de la Amazonía está en Brasil, el vasto bosque también abarca partes de otros siete países: Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, así como la Guayana Francesa, un departamento de ultramar de Francia.

La guerra comercial entre EE.UU. y China sigue en pié

Donald Trump afirmó el domingo que la cumbre del G7 iba "de maravilla", pero las fracturas entre el inquilino de la Casa Blanca y sus aliados saltaron a la luz en varios temas, incluyendo comercio.

El estadounidense excluyó cualquier desescalada en su guerra comercial con China pese a que los otros líderes del G7 le urgieron apaciguar las tensiones.

El presidente estadounidense no se arrepiente por la escalada de la guerra comercial con China, y sólo "lamenta no haber subido aún más los aranceles" a los productos chinos, indicó una portavoz de la Casa Blanca.

El presidente chino, Xi Jinping, no fue invitado a Biarritz, pero el gigante asiático ya expresó que se opone a la decisión de Trump de imponer aranceles adicionales de más de 550,000 millones de dólares a sus bienes. China advirtió a Estados Unidos que habrán consecuencias si no pone fin a estas “acciones equivocadas”.

La posición cauta de Australia frente a dos gigantes

El primer ministro australiano, Scott Morrison, comentó en Biarritz, que el anuncio de Trump como parte de la guerra comercial con China son “muy obvias en términos de cómo actuarían hasta que el asunto sea resuelto”, pero evitó pronunciarse abiertamente en favor de un apoyo a los pasos del presidente estadounidense.

“Pero de igual modo, no puedes poner debajo de la alfombra estos asuntos para siempre, tienes que hacerle frente”, precisó.
Australia's Prime Minister Scott Morrison (R) chats with  US President Donald Trump (C).
Australia's Prime Minister Scott Morrison (R) chats with US President Donald Trump (C). Source: AFP
El comercio también fue abordado en el diálogo con Merkel, en donde Morrison expresó las preocupaciones de los agroganaderos australianos respecto a la larga lista de alimentos y bebidas alcohólicas que Europa quiere proteger respecto a sus indicadores geográficos.

Morrison indicó que quiere ver una oferta ambiciosa de acceso a los mercados de la Unión Europea a medida que progresen las negociaciones.

Las discrepancias al desnudo frente al temor de la desaceleración económica

Los siete miembros del club de democracias industrializadas acordaron también "reforzar el diálogo y la coordinación" sobre las crisis actuales con Rusia, pero estimaron que era "demasiado pronto" para pensar reintegrar a este país al foro, del que fue expulsado por la anexión de Crimea en 2014.

Trump, Macron y Merkel hablaron asimismo de la economía mundial con los otros líderes del G7, el británico Boris Johnson, el japonés Shinzo Abe, el italiano Giuseppe Conte y el canadiense Justin Trudeau.

En las últimas semanas, han aparecido señales preocupantes en grandes economías como Alemania, China y Estados Unidos, que hacen temer una desaceleración económica a nivel global.

Las miradas también se centraron en el primer ministro británico, Boris Johnson, que hizo su debut internacional desde que asumió las riendas de Reino Unido en plena crisis del Brexit.

Uno de los momentos estelares será su encuentro con el mandatario estadounidense, con quien ambiciona pactar un gran acuerdo comercial que suavice la sacudida económica prevista en caso de un Brexit sin acuerdo.

La agenda de Morrison también incluyó diálogos sobre un acuerdo comercial con el Reino Unido post-Brexit, que abordará el lunes por la mañana en Europa, así como una iniciativa para combatir la difusión de material violento extremista en las redes sociales.

Al término de la reunión en Biarritz, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, admitió que se trató de “una difícil prueba de unidad y solidaridad” dada las divisiones profundas sobre una gran gama de asuntos, incluyendo el comercio y el cambio climático, mientras en las calles miles de ciudadanos protestaban en ciudades aledañas como Irún y Bayona.

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Published 26 August 2019 7:22am
Updated 26 August 2019 8:13am
By R.O.
Source: AFP


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