Más de 80 mil personas fueron rescatadas de sus casas debido a las inundaciones en el sur de Brasil

Rescue efforts continue in after flooding in southern Brazil

Una mujer sostiene a un perro rescatado en una zona inundada en el municipio de Canoas, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, 16 de mayo de 2024. El 16 de mayo, las brigadas de ayuda brasileñas rescataron a varias personas con hipotermia que aún se refugiaban en sus casas. En medio de las inundaciones que mantienen bajo el agua gran parte de la ciudad de Porto Alegre desde hace casi dos semanas. El municipio de Canoas, uno de los más afectados por la crecida sin precedentes del río Guaíba, tiene cerca de 70.000 casas rodeadas e inundadas por el agua. Source: AAP / Andre Borges/EPA

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El número de muertos confirmados como consecuencia de las inundaciones se mantiene en 158 personas; mientras que el número de desaparecidos continúa en 94.


PUNTOS DESTACADOS:
  • Las fuertes lluvias de las últimas semanas han afectado a más de 2,3 millones de personas en 461 de los 497 municipios de Rio Grande do Sul.
  • La tragedia climática ha dejado a más de 540.000 personas sin hogar y 806 heridas.
  • Según datos oficiales, en mayo se registra un promedio de 150 milímetros de lluvia; sin embargo, este año, en cuatro días cayeron entre 400 y 500.
Las autoridades brasileñas reportaron que han rescatado a más de 82 mil personas y 12 mil animales tras las graves inundaciones que han devastado la región sur de Brasil, informó la Defensa Civil.

El número de muertos confirmados, como consecuencia de las inundaciones que han devastado el sureño estado brasileño de Rio Grande do Sul, se mantenía en 158, mientras que el número de desaparecidos continuaba en 94.

Las fuertes lluvias de las últimas semanas han afectado a más de 2,3 millones de personas en 461 de los 497 municipios de Rio Grande do Sul. El desastre, la mayor tragedia climática de la historia del estado, también ha dejado a más de 540.000 personas sin hogar y 806 heridas, según datos de la Defensa Civil estatal.


Las autoridades brasileñas avisaron a finales de abril de la formación de una situación atmosférica compleja sobre Rio Grande do Sul y que preveía un volumen de lluvias gigantesco.

Por un lado, llegó un frente frío de origen antártico por el sur y, por otro, un anticiclón generó una ola de calor en el centro del país con temperaturas por encima de los 30 grados.

De esta forma, se produjo un “bloqueo atmosférico que hizo que el frente frío se quedase detenido en Rio Grande do Sul”, según los especialistas.

Mientras tanto rescatistas y voluntarios trabajan sin descanso en medio de casas y comercios bajo el agua.


Según los datos oficiales, en mayo se registra un promedio de 150 milímetros de lluvia. Sin embargo, este año, en cuatro días de mayo cayeron entre 400 y 500 milímetros, según el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales de Brasil.

Los voluntarios hacen lo posible para rescatar animales atrapados en inundaciones. Recientemente destacó el rescate de un caballo atrapado en un techo en medio de la anegación. En la operación intervinieron ocho barcazas y 17 profesionales.

Mientras el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció una batería de medidas por casi US$ 10.000 millones, destinados a diversos sectores y a la reconstrucción.

El mandatario vio los rastros que han dejado las devastadoras inundaciones en la zona, y reconoció que las autoridades "no estaban preparadas" para una catástrofe así.


Expertos sospechan que detrás del desastre sin precedentes vivido en el estado brasileño de Rio Grande do Sul puede estar el cambio climático provocado por la acción humana como la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.

El especialista argentino Inti Bonomo, advierte que otros países de la región serían afectados por la tragedia en Brasil.

Según los especialistas, la destrucción en el sur de Brasil también está relacionada con la falta de prevención sobre el terreno.

La población brasileña no está educada para afrontar este tipo de desastres, no hay rutas de fuga o áreas de seguridad identificadas en los municipios en riesgo, ni tampoco un sistema de alertas con sirenas, como por ejemplo en Japón.

Para escuchar el podcast con el informe completo presiona el ícono de reproducción que se encuentra bajo el título.


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