Más de 12 millones de australianos confinados enfrentan de nuevo los retos del aislamiento

Empty city street and shops, coronavirus pandemic, Sydney, Australia

Sydney şehir merkezindeki boş sokaklar. Source: Moment RF

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El recién iniciado confinamiento de Victoria y el de Nueva Gales del Sur, que va por su tercera semana, ponen en aislamiento a 12 millones de australianos en un intento por controlar el brote de la variante Delta del COVID-19. El psicólogo clínico Jorge Aroche, alerta de la necesidad de cuidar la salud mental, sobre todo de las comunidades más vulnerables, algunas bajo una intensa presencia policial que puede reactivar traumas vividos en sus países de origen.


El estado de Victoria entró el viernes en un confinamiento de cinco días, hasta el martes 20 de julio, en un esfuerzo por contener el creciente brote estatal de la variante Delta.

Los residentes de Victoria solo podrán salir de casa para trabajos esenciales o educación que no se puedan hacer en casa, para comprar artículos esenciales, dar o recibir cuidados, hacer ejercicio hasta dos horas al día a no más de cinco kilómetros de casa, o para vacunarse.

Al mismo tiempo, cerca de cinco millones de personas en Nueva Gales del Sur soportarán al menos otra quincena de confinamiento después de que las altas cifras diarias de coronavirus obligasen al gobierno estatal el miércoles a extender la obligación de quedarse en casa hasta al menos, el 30 de julio.

El confinamiento incluye a los residentes de la zona metropolitana de Sídney y las áreas de gobierno local de las Montañas Azules, la Costa Central, Wollongong y Shellharbour.


Puntos destacados:

  • Nueva Gales del Sur registró el viernes 97 nuevos casos de COVID.
  • El gobierno australiano coordinará ayudas económicas para las personas afectadas por las restricciones.
  • Nueva Gales del Sur y Victoria se encuentran bajo confinamiento para controlar un brote de COVID de la variante Delta, altamente contagiosa.

El suroeste de Sídney es la zona más afectada por el brote actual de COVID, sobre todo Fairfield, donde se concentra la mayoría de los contagios.

La zona, con numerosa población de personas migrantes y refugiadas, vive una fuerte presencia policial en las calles para hacer cumplir con las restricciones del confinamiento.
Jorge Aroche, psicólogo clínico y director ejecutivo del servicio para el tratamiento y rehabilitación de supervivientes de tortura y trauma (STARTTS) mostraba su preocupación ante SBS Spanish por el impacto que esta presencia puede tener para la salud mental de las personas vulnerables.

“La militarización de un barrio donde nunca se ha visto esta presencia es alarmante para muchos de nuestros clientes, sobre todo aquellos que han sobrevivido situaciones bastante difíciles en contacto con la policía y gente en uniforme en sus países”.

Los efectos del aislamiento son también motivo de preocupación para los especialistas en salud mental y Aroche resalta la importancia de mantener la comunicación de algún tipo, sobre todo considerando el efecto acumulativo de más de un año de pandemia.

“Es importantísimo que tratemos de buscar formas alternativas de hacer cosas que nos mantengan saludables, de seguir haciendo ejercicio y seguir teniendo contacto con gente que nos pueda apoyar, (…) por lo menos a través del teléfono o de plataformas en línea y tratar de mantener ese contacto”, señaló Aroche.

Escucha el reporte completo presionando la imagen superior.


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