Un nuevo informe revela que las personas con rentas bajas están sufriendo una prima de pobreza que les obliga a pagar mucho más por servicios esenciales debido a sus circunstancias económicas, laborales y vitales.
Una de las principales agencias de asistencia social afirma que tienen menos opciones y que el mercado juega en su contra.
Anglicare Australia afirma que esas penalizaciones económicas se acumulan y con el tiempo hacen que los hogares con ingresos bajos paguen más por los mismos productos básicos, lo que les hace retrasarse aún más.
Según Anglicare, estos costes adicionales constituyen una "prima de pobreza" que castiga a los australianos que ya ganan menos.
En un nuevo informe, Poverty Premium: El alto coste de la pobreza en Australia, Anglicare ha identificado seis áreas principales de la economía en las que los hogares con bajos ingresos se ven obligados a pagar lo que es esencialmente un impuesto de pobreza.
Estas áreas son: alimentos y comestibles, transporte, energía, crédito y finanzas, datos y comunicaciones, y seguros de hogar y automóvil.
Anglicare afirma que las personas con rentas bajas pueden acabar pagando hasta una vez y media más que los demás por los mismos servicios.
Los investigadores de Anglicare han calculado los costes adicionales que sufren habitualmente las personas con bajos ingresos.
Los costes ocultos pueden surgir cuando alguien no puede pagar más por adelantado, cuando alguien se ve obligado a hacer pequeños pagos para mantener el control de sus finanzas, de la ubicación geográfica de alguien y la incapacidad de comparar precios, y la dependencia de vehículos o electrodomésticos viejos.
¿Y cómo afecta esto a los pensionados y personas de la tercera edad de nuestra comunidad? Esa pregunta se la hicimos a la gestora de casos de la organización de apoyo comunitario de Victoria, United, Marcela Aponte.
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