Sinopsis:
Un informe de Naciones Unidas revela que entre 2020 y 2021, la producción y distribución de cocaína aumentó 35 por ciento, marcando una cifra récord. Además, se informó que el mayor nivel de producción y consumo de cocaína se concentra en el continente americano.
En el , la Oficina de Naciones Unidos contra la Droga y el Delito precisa que, en el 2020, se produjeron casi 2.000 toneladas de cocaína de la máxima pureza. Esta cifra representa el doble que en el 2015.
Thierry Rostan, representante en Bolivia de dicha oficina de Naciones Unidas, asegura que el crecimiento de la oferta se acompaña también de una subida de la demanda, tanto en los Estados Unidos como en Europa, regiones que concentran los 21 millones de consumidores habituales.
El Informe Mundial sobre Cocaína 2023 también detalla el accionar de algunas organizaciones criminales asociadas al negocio de la cocaína en Colombia y México, principalmente. Además, describe la situación como “una red de alianzas cambiantes y muy especializadas que cooperan entre sí”.
Para el caso, en el estado mexicano de Guerrero, los narcotraficantes diversifican la producción de drogas. Con la baja demanda de marihuana y heroína han comenzado a sembrar coca, planta que al ser procesada se convierte en cocaína, así lo declaró a France24 el comandante del ejército mexicano, Carlos Javier Pérez.
Asimismo, el Informe Mundial sobre Cocaína 2023 reconoce cómo el aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico en Latinoamérica se ha visto impulsado por la competencia entre esos grupos. Por tanto, advierte que la criminalidad vinculada al tráfico de cocaína en América Latina es cada vez más fragmentada y compleja, con numerosos grupos criminales compitiendo o cooperando por el negocio asociado a esa droga con demanda y producción récord.
En la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, el narcotráfico transformó el puerto ecuatoriano de Guayaquil en una capital más del crimen en América Latina con barrios tomados por bandas, matanzas en las prisiones y una policía sobrepasada por el poder de fuego de l
En la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, el narcotráfico transformó el puerto ecuatoriano de Guayaquil en una capital más del crimen en América Latina con barrios tomados por bandas, matanzas en las prisiones y una policía sobrepasada por el tipo y cantidad de armas de los delincuentes.
El informe de la ONU también revela que Asia y África se han convertido en el mercado emergente de cocaína boliviana. Prueba de ello es que las grandes organizaciones de narcos que operan en el país suramericano, en su afán de enviar droga a ambos continentes, han implicado a bolivianos que llevan la mercadería y han enfrentado no solamente la cárcel, sino la posibilidad de ser ejecutados porque en ambos continentes el tráfico de estupefacientes tiene pena de muerte.
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Recientemente, una joven boliviana fue sentenciada a la pena de muerte en India, después de que autoridades la descubrieran ingresando más de 4 kilos de droga en un aeropuerto procedente de Dubái y con destino a Sri Lanka. La televisión boliviana entrevistó a la madre de la joven, quien habría llevado la sustancia valorada en más de 600 mil dólares por un pago de 500 dólares.
Según la Oficina de Naciones Unidos contra la Droga y el Delito, “el 99 por ciento de la cocaína producida en el mundo proviene de Perú, Bolivia y Colombia. Estos tres países alimentan el mercado de Estados Unidos y Canadá, y el mercado europeo que son los principales destinos de la droga”.
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