Sinopsis
Al menos 50 migrantes mexicanos y centroamericanos fueron hallados sin vida en la caja de un tráiler abandonado al suroeste de San Antonio, Texas, Estados Unidos. Las autoridades confirmaron que había hombres y mujeres en el grupo y que había personas jóvenes, adolescentes y algunos niños.
Los servicios de emergencia rescataron a 16 personas, 12 adultos y 4 menores de edad, quienes estaban conscientes a la hora de ser trasladados a hospitales de la ciudad, a 250 kilómetros de la frontera con México.
El diario The Washington Post señala que se trata del tráfico de personas más mortífero en la historia de Estados Unidos. El periódico apunta que, según sus registros, el antecedente más grave se produjo el 13 de mayo de 2003, cuando 19 migrantes murieron después de viajar en el compartimiento trasero de un camión de 18 ruedas en el sur de Texas.
El jefe de bomberos, Charles Hood, agregó que las personas encerradas en la caja no tenían agua ni aire acondicionado en una zona que vivió una ola de calor a lo largo del fin de semana pasado.
El hallazgo de los cadáveres ocurre en medio de una crisis fronteriza que ha puesto todas las miradas en la frontera sur, pues ha aumentado los cruces de inmigrantes que buscan asilo o algún tipo de protección en Estados Unidos. Sin embargo, son expulsados porque está vigente el Título 42, una medida sanitaria por la pandemia que permite las deportaciones exprés.
Hasta hace unas semanas, el tema migratorio era el principal asunto en la agenda de la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos. La Cumbre de las Américas, cuyo tema central fue la agenda por la migración regular, puso la lupa en el apoyo interestatal necesario en la región latinoamericana para desestimular la movilización de los desplazados.
