El recorrido de un mexicano desde la terapia anti-gay a participar en el World Pride de Sídney

Paco Ortiz en el puente de la bahía de Sídney durante las celebraciones de World Pride 2023

Paco Ortiz en el puente de la bahía de Sídney durante las celebraciones de World Pride 2023

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El mexicano Paco Ortiz rechazaba tan intensamente su homosexualidad que se sometió voluntariamente a terapias de conversión con electroshocks porque “no quería ser gay”. Un largo proceso de enfrentar sus miedos le llevó hasta el Mardi Gras de Sídney donde ahora celebra libremente su identidad, siendo consciente de que otros no pueden.


Eran los años 90 en México y Paco Ortiz, como muchas otras personas que tratan de definir su identidad sexual, no quería ser gay.

Él tiene grabado en la memoria los golpes que recibió un chico de la escuela por ser abiertamente homosexual y cómo el profesor en vez de defenderlo les dijo “no sean así para que no atraigan este tipo de problemas a su vida”, relató a SBS Spanish.

El estigma y el tabú, sumado a su pertenencia a un grupo cristiano, empujaron a Paco a someterse de forma voluntaria a una terapia “de conversión” que incluía sesiones de electroshock.

Un sacerdote con el que Paco se sinceró y al que le dijo “Padre, yo soy homosexual, pero no quiero serlo”, le aconsejó que se sometiera a terapia de conversión con una psicóloga. Era el año 2008.
Padre, yo soy homosexual, pero no quiero serlo.
Paco Ortiz
“Las primeras sesiones fueron sesiones de electroshock”, explicó Paco, quien confiesa que le resultaron muy duras. “Eran muy crudas para mí, la verdad es que era horrible, porque además los electroshocks eran aplicados mientras la psicóloga me hacía ver pornografía, era antihumano”.

Paco sentía la necesidad de “preservar la vida en la que estaba metido”, en la religión, en su grupo católico y en su familia católica. Aguantó la terapia cerca de cuatro meses hasta que su novia de entonces, ahora una buena amiga, le hizo recapacitar, después de ver cómo se hundía en un pozo sin fondo.
Paco Ortiz con sus padres y un hermano
Paco Ortiz con sus padres y un hermano en el aeropuerto de México, camino de Australia
“Me dijo – tú eres gay – y me hizo ver que lo nuestro no era bueno ni para ella ni para mí y que además estaba echando mi vida a perder con la terapia”.

“Así que, cuando ella me dejó, decidí dejar de huir de mi homosexualidad, aceptarla y conocerla porque le tenía mucho miedo”.
Los electroshocks eran aplicados mientras me hacían ver pornografía, era antihumano.
Paco Ortiz
Paco comenzó a dar a pasos. Dejó el trabajo que tenía para la iglesia católica y montó por su cuenta una agencia de diseño gráfico y marketing. Pasó un año en soledad y dedicado a fondo a su trabajo hasta que se sintió con energía para empezar a conocer otros chicos como él.

En aquel entonces no existían las aplicaciones de citas, aunque sí conoció a un chico colombiano por Internet.

“Empezamos a encontrar muchas afinidades. Y yo me sentía feliz de por fin poder hablar con alguien de mis sentimientos tal y como son, y de sentirme correspondido y querido.”


Paco tomó un avión a Colombia y ese viaje le cambió la vida.

“Todo cambió para mí en el momento en que me recibió en el aeropuerto y me dio un beso. Ese beso cambió mi vida entera porque dije, esto es lo que había esperado toda mi vida, me movió cielo, mar, tierra, sentí mariposas terremotos, electricidad… todo”.
Ese beso cambió mi vida entera porque dije, esto es lo que había esperado toda mi vida.
Paco Ortiz
La relación en la distancia no duró más de un año, y tras otras relaciones Paco se desplazó a Australia en 2018 animado por un primo que ya vivía aquí. Con la apertura de fronteras tras la pandemia y tras cinco años de ausencia, Paco volvió a México a la boda de su hermano, con el temor aún al rechazo de su extensa familia, pero se llevó una grata sorpresa.

“Yo había hablado con mis papás, pero nunca había hablado directamente con mis tíos, mis primos, todo lo demás. Tuve la oportunidad de hablar con ellos y ninguno juzgó ni se puso en contra, fui muy bien recibido”.

Paco Ortiz (tercero por la dcha) con sus padres y sus cinco hermanos.
Paco Ortiz (tercero por la dcha) con sus padres y sus cinco hermanos.

Paco valora el hecho de que su país ha progresado en el respeto a la diversidad sexual: “Me hubiera encantado ser adolescente en este México de ahora”, reconoció.
Me hubiera encantado ser adolescente en este México de ahora.
Paco Ortiz

Por fin, la celebración de la diversidad sexual

Cuando Paco acudió a su primer desfile de Mardi Gras en Sídney en 2018, lo vivió como un sueño.

“No sabes cómo lloré todo el evento, yo decía: no es posible, para mí no era real”.

“Que en el desfile participara la policía, el gobierno, las corporaciones, los grupos religiosos, ver tanta gente sumada a la causa y el respeto... Yo lloraba porque aparte eso dura horas y horas y decía, no, no lo puedo creer”.
Paco Ortiz Mardi Gras 2018.jpeg
Paco Ortiz (centro) con amigos en su primer Mardi Gras en 2018
Ahora Paco a sus 39 años, trabaja como voluntario para una organización de apoyo a la comunidad de diversidad sexual y es muy consciente de la faceta reivindicativa del Mardi Gras de Sídney.
Que en el desfile participara la policía, el gobierno, las corporaciones, los grupos religiosos, ver tanta gente sumada a la causa y el respeto... Yo lloraba porque aparte eso dura horas y horas y decía, no, no lo puedo creer.
Paco Ortiz
“Estamos celebrando, pero hay lugares en el mundo en el que necesitan esa corriente y si nosotros nos callamos y no nos ven, pues entonces ellos no avanzan”.

Paco Ortiz
Paco Ortiz
“Es buenísimo el poder postear en mis redes sociales y enseñarle al mundo lo avanzado y lo bello que es Australia en respetar los derechos humanos. Es un orgullo y puedo decir que me siento en casa”.

Escucha la entrevista completa presionando el icono bajo el título.


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