El milagro de Mora: nació en Argentina con 23 semanas de gestación y ahora vive feliz en Australia

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El amor más allá del deseo y la pasión, el amor vinculado al respeto, la complicidad y el apoyo incondicional. Esos vínculos casi indestructibles son los protagonistas de la historia de amor entre Florencia Baya-Casal y Mariano Imbrioscia (foto proporcionada por F.B.C)

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Descubre cómo una experiencia traumática en la vida de una pareja de inmigrantes argentinos en Australia, Florencia y Mariano, resultó en un milagro que fortaleció su pasión, amor y apoyo incondicional. Escucha esta inspiradora historia de amor, recopilada de nuestros mejores podcasts para disfrutar en temporada de vacaciones.


Puntos destacados:
  • Florencia y Mariano experimentaron el nacimiento prematuro de Mora a las 23 semanas de gestación.
  • La probabilidad de supervivencia para los bebés prematuros de menos de 24 semanas es sumamente bajo y muchos de esos bebés sobreviven con secuelas permanentes.
  • Según los médicos en Buenos Aires, el gran amor de los padres hacia Mora y entre ellos como pareja, contribuyó a la supervivencia del bebé.
  • Esta historia es parte de nuestra colección de podcasts de la serie "Caras del Amor", producida en 2018.
Mora Inbrioscia nació en Buenos Aires en agosto del 2000 con poco más de 23 semanas de gestación y apenas 500 gramos de peso. Milagrosamente, y con todos los pronósticos en contra, esa beba tan frágil con una epidermis delgada y con menos capas celulares que un recién nacido, ahora vive en Australia, está completando una carrera universitaria y viaja por el mundo para aprender nuevos idiomas y culturas sin ninguna secuela.
[Lo que vivimos] nos podía haber separado, definitivamente.
Florencia Baya-Casal
Según varios estudios, cuando los bebes nacen tan prematuros como Mora, la probabilidad de supervivencia oscila entre el 10 al 15 por ciento y muchos de esos bebés sobreviven con secuelas permanentes.
"Los neonatólogos nos dijeron que las posibilidades de vida eran muy bajas. Si bien había casos en los que (los bebés) se recuperaron muy bien y vivieron una vida normal, también había casos en los que les quedaron secuelas importantes; desde la ceguera hasta problemas digestivos o de retraso cognitivo," explica a SBS Audio la madre de Mora, Florencia Baya Casal.

La lucha de Florencia y Mariano por querer que su bebé sobreviva más allá de cualquier pronóstico pesimista, les hizo vivir en carne propia la fragilidad de la vida y puso a prueba la fortaleza de su amor como pareja.
"[Lo que vivimos] nos podía haber separado, definitivamente. No uso la palabra crisis pero fue una situación extrema", relata Florencia, con la distancia que marcan los años al recordar aquello que definió su maternidad.

Los especialistas en neonatología le dijeron a Florencia y Mariano que la recuperación y supervivencia de Mora en parte se debió al "gran apego entre ellos como pareja y el amor y atención que le brindaron a su nuevo bebé", mientras luchaba por su vida durante meses en una unidad de cuidados intensivos neonatales.

Entre la vida y muerte

Jóvenes, casados y con el mundo por delante, Florencia y Mariano esperaban el nacimiento de su bebé con la alegría expectante de dos padres primerizos. Los pronósticos de los médicos al prinicpio indicaban que el bebé llegaría sin sobresaltos, hasta que un día Florencia llamó por teléfono a Mariano para decirle que se sentía mal y que su presión arterial se había disparado por las nubes.
Inmediatamente Mariano la llevó a la obstetra y por recomendación de la experta, al hospital.

"La obstetra me dijo en privado que si Florencia no recibía atención médica de manera urgente la situación podía terminar muy mal”, cuenta a SBS Audio, Mariano Imbrioscia.
A nosotros nos tocó vivir algo completamente diferente... pero lo abrazamos. Hicimos lo mejor que pudimos.
Mariano Imbrioscia
"Flor estaba de 23 semanas y media, a mitad de la gestación.... y estuvo diez días internada [en estado grave en el hospital] hasta que un día [Florencia] me dijo 'no me siento bien'. Entonces inmediatamente llamé a la obstetra para que la examinara...y ahí fue cuando me dijo, 'termino el embarazo ahora, porque no podemos poner en riesgo la vida de Florencia'.
"Me dijo 'prepárate porque vas a ser papá', y le dije OK, maravilloso", agrega Mariano con lágrimas en sus ojos.

En ese trance de conmoción llega Mora, una de las 15 millones de bebés que nacen de forma prematura en el mundo.

"A nosotros nos tocó vivir algo completamente diferente. Pero lo abrazamos. Hicimos lo mejor que pudimos con esa vivencia, los dos. No nos quedaba otra cosa, y creo que fue lo mejor que pudimos hacer", explica Mariano al recordar ese momento que les tocó vivir en Argentina.
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Florencia y Mariano en Australia (Foto proporcionada por F.B.C)
Florencia y Mariano se conocieron jovencitos de 15 y 19 años en Valeria del Mar, un balneario en las afueras de Buenos Aires. La fortaleza de su amor como pareja, su constante presencia durante la recuperación de Mora en la UCI y el enorme trabajo de un equipo de médicos y personal de salud que llevó adelante una tarea impecable y profesional contribuyeron al gran milagro de Mora.

Para escuchar la historia completa de Mariano, Florencia y Mora, pulsa el botón de reproducción de audio que aparece al inicio de esta página.

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