El caso ‘Tampa’ 20 años después: La decisión de un capitán que cambió las políticas de asilo en Australia.

Abbas and his family were among the 433 mostly-Afghan refugees rescued by the MV Tampa 20 years ago.

Abbas says the conditions were dire on-board the ill-equipped Tampa. Source: WALLENIUS WILHELMSEN

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Un grupo de migrantes afganos que huían de los Talibanes hace 20 años, protagonizó el caso que llevó a Australia a crear las actuales políticas de manejo de solicitantes de asilo. Escucha y lee la historia.


El caso Tampa, (o, The Tampa´s affair como se conoce en inglés), fue un incidente en mar abierto que ocurrió hace 20 años y que cambió la política de Australia hacia los solicitantes de asilo.

En ese momento, un número creciente de personas intentaba viajar a Australia en barco para buscar asilo.

La crisis desatada por el incidente, que despertó feroces críticas de la ONU y varias ONG, se desbloqueó finalmente porque Australia firmó acuerdos para que otros países, como Nauru y Papúa Nueva Guinea, acogieran a inmigrantes a cambio de dinero.


Puntos destacados:

  • El caso Tampa (o Tampa´s Affair), ocurrió hace 20 años en aguas territoriales australianas.
  • 438 náufragos afganos fueron los protagonistas del impase internacional.
  • La decisión del capitán que los recogió en altamar, de traerlos a Australia en contra de las indicaciones de este país, generó la creación de leyes especiales al respecto, aún vigentes. 
  • La ONU y muchas ONG han criticado desde entonces las políticas de asilo austsralianas, con respecto a los solicitantes que llegan en embarcaciones. 

El 24 de agosto de 2001, un pequeño barco pesquero de madera, el Palapa 1, comenzó a hundirse a unos 140 kilómetros al norte de la Isla de Navidad, frente a la costa del extremo norte de Australia Occidental, en lo que se considera aguas internacionales. Aunque el barco era pequeño, en él viajaban 438 solicitantes de asilo, en su mayoría Hazara, una minoría chiita, blanco de sangrientos ataques.

Huían de Afganistán por temor a la muerte bajo los talibanes, y pagaron a contrabandistas de personas en Indonesia para que los llevaran a Australia.

El 26 de agosto, el Centro de Coordinación de Rescates de Australia envió un mensaje a todos los barcos que se encontraban en las inmediaciones del barco hundido.

Abbas Nazari, entonces de siete años, estaba a bordo del barco que se hundió y cuenta a SBS News que todos en el bote creyeron que morirían.
Llegó un punto en el que nuestros padres rezaban literalmente para que, si moríamos esa noche, nuestros cuerpos fueran arrastrados hasta la orilla para poder ser sepultados en tierra.
Y fue ese día, al final de la tarde, cuando el MV Tampa apareció en el horizonte.

El capitán del petrolero noruego era Arne Rinnan. Había accedido a prestar ayuda al barco siniestrado, como era habitual en la ley del mar.

Ahora, con 81 años, ha declarado a SBS que recuerda muy bien haberse encontrado en el centro de un incidente internacional.
Para empezar, no era realmente una cuestión de refugiados. Lo que hacíamos era simplemente rescatar a personas en apuros en el mar.
Luego de que él y su tripulación rescataran a todos los que estaban a bordo, recibió una llamada de Yakarta aconsejándole que los llevara al puerto de transbordadores de Merak (Indonesia).

Pero cinco de los solicitantes de asilo visitaron el puente del capitán, exigiendo ir a Australia, concretamente a la isla de Navidad.

Ante el temor de que los solicitantes de asilo saltaran por la borda o se amotinaran, el capitán Rinnan accedió a cambiar el rumbo y dirigirse a Christmas Island.

Pero el gobierno australiano denegó el permiso para que el barco entrara en aguas territoriales de Australia y amenazó con procesar al capitán Arne Rinnan como traficante de personas si lo hacía. 
Mientras el barco se preparaba para cruzar a territorio australiano, el capitán Rinnan suplicó permiso para atracar en Christmas Island, diciendo que varios de los solicitantes de asilo estaban inconscientes y otros sufrían de disentería.

El gobierno australiano les proporcionó asistencia médica y alimentos, pero no otorgó el permiso para desembarcar. El primer ministro John Howard prometió que no se permitiría a ninguno de los solicitantes de asilo pisar suelo australiano.

El 29 de agosto, el capitán Rinnan perdió la paciencia con las autoridades australianas, declaró el estado de emergencia y entró en aguas territoriales australianas sin permiso.

El barco cruzó la frontera marítima y las autoridades australianas avisaron al capitán Rinnan que estaba cometiendo lo que denominó una "infracción flagrante" de la ley.
El gobierno australiano envió 45 efectivos del Servicio Aéreo Especial (S-A-S Special Air Service) para abordar el barco e impedir que se acercara más a la isla de Navidad.

A los pocos días, el gobierno aprobó una serie de leyes conocidas como la "Solución Pacífico", por la que los solicitantes de asilo que llegaban en barco podían ser procesados en el extranjero.

Para el 1 de septiembre, el gobierno había conseguido acuerdos para que los solicitantes de asilo del Tampa fueran llevados a Nueva Zelanda y Nauru para que se tramitaran sus solicitudes de estatus de refugiado.

Mientras que 150 náufragos fueron enviados a Nueva Zelanda, el resto permaneció en Nauru, algunos hasta tres años.

La gestión australiana del caso Tampa y la aplicación de la Solución Pacífico suscitaron críticas internacionales, que continúan en la actualidad.
Apenas cinco semanas después de la crisis del Tampa, otro barco de madera con 223 solicitantes de asilo se hundió frente a la isla de Navidad.

Fue interceptado por el HMAS Adelaide el 7 de octubre y el entonces ministro de inmigración, Phillip Ruddock, afirmó que los pasajeros a bordo habían arrojado a sus hijos por la borda como parte de una estratagema para ser rescatados. 

A pesar de que una investigación del Senado sobre el incidente determinó que no hubo niños en peligro, la gestión del gobierno del supuesto incidente, y del asunto de Tampa, jugó a su favor, con la Coalición Liberal-Nacional ganando en popularidad en las encuestas de opinión en el período previo a las elecciones federales. 

El profesor Harry Minas, entonces miembro del grupo asesor del gobierno en materia de detención, explica que el Tampa supuso una oportunidad política: “ocurrió poco antes de unas elecciones. El gobierno en ese momento estaba dispuesto a jugar duro en la protección de nuestras fronteras. El Tampa creó esa oportunidad”. 

En noviembre de 2001, el Partido Liberal-Nacional fue reelegido con una mayoría creciente, a pesar de haber quedado por detrás de la oposición laborista en las encuestas de opinión en los meses anteriores a la crisis del Tampa. 

La política de devolución de embarcaciones y procesamiento en el extranjero, aplicada tras la crisis de Tampa, ha seguido siendo una característica de la política conservadora desde entonces.

Pero no es una característica bien recibida por el profesor Minas.
Personalmente, me avergüenza que nuestro país trate a los solicitantes de asilo de la forma en que lo hace.
En mayo de 2002, el capitán Rinnan y su tripulación recibieron el Premio Nansen a los Refugiados, un galardón en materia de derechos humanos, citando "su valor personal y su compromiso único con la protección de los refugiados" por rescatar a los 438 solicitantes de asilo.


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