Puntos destacados:
- Las crisis en Venezuela y Nicaragua, la emigración en la región y la búsqueda de la paz mundial estuvieron en en centro de los discursos de los presidentes latinoamericanos el martes al inicio de la en la 77ª Asamblea General de la ONU.
- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, abrió los discursos de los líderes del mundo expresó su rechazo a la gestión de Nicolás Maduro y aseguró que Brasil recibe 600 refugiados venezolanos cada día .
- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, tomó casi los 10 minutos de su discurso para defender su anunció que buscará la reelección pese a que la Constitución de su país.
Sinopsis
Las crisis en Venezuela y Nicaragua, la emigración en la región y la búsqueda de la paz mundial estuvieron en el centro de los discursos de los presidentes latinoamericanos en la edición 77 de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, donde también se alzó un reclamo unánime por el “cese inmediato” a la guerra en Ucrania.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, abrió los discursos de los líderes del mundo. En plena campaña por la reelección del 2 de octubre, criticó a los dirigentes de izquierda en la región, cuando en su país enfrenta al expresidente izquierdista Luis Inácio Lula da Silva.
Expresó su rechazo a la gestión de Nicolás Maduro y aseguró que Brasil recibe 600 refugiados venezolanos cada día y también criticó al nicaragüense Daniel Ortega, al que denunció por su persecución y encarcelamiento de religiosos católicos que se han opuesto a su administración y les abrió las puerta de su país.
En su estreno ante la ONU, el chileno Gabril Boric también admitió que la llegada de cientos de venezolanos ha puesto una “enorme presión” a las estructuras de su país y pidió trabajar “por la liberación de los presos políticos en Nicaragua”.
El mandatario izquierdista insistió en que el aplastante rechazo popular a su propuesta de Constitución no era una derrota en sí sino un paso más hacia la democracia chilena.estrenó en la ONU. Centró su discurso en la guerra contra las drogas en su país y la necesidad de luchar contra el cambio climático.
En tanto, el presidente Luis Arce advirtió que Bolivia, Argentina y Chile, que conforman el llamado “triángulo del litio”, está en la mira de Estados Unidos, por lo que solicitó asumir medidas para que se respete la soberanía y se evite la injerencia.
Por su parte, los mandatarios centroamericanos destacaron la búsqueda de la paz mundial, el enfrentamiento a las causas de la emigración irregular y el derecho de los países a la autodeterminación.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, se estrenó en Naciones Unidas. Dijo que las caravanas de migrantes que le huyen a la pobreza son producto de “una dictadura” que gobernó su país durante más de diez años y se quejó de que la comunidad internacional apoyó al gobernante de ese período, Juan Orlando Hernández, quien hoy está siendo juzgado en EEUU por narcotráfico.
Mientras el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien recién anunció que buscará la reelección pese a que la Constitución de su país lo prohíbe y es criticado por un prolongado régimen de excepción para combatir a las pandillas, tomó casi los 10 minutos de su discurso para defender sus acciones y llamar a la defensa de la soberanía de las naciones.
Algunos organismos han denunciado ver el retorno de regímenes autoritarios en la región centroamericana que hasta hace poco más de tres décadas fue escenario de varias guerras internas que dejaron miles de muertos y desaparecidos.
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