Varios países desconocen la reelección de Daniel Ortega en Nicaragua y algunos amenazan con sanciones

El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó los comicios de "farsa", y la Unión Europea aseguró que "carecen de legitimidad". El gobierno español, en particular, tildó el proceso de "burla". A estas críticas se sumó Costa Rica, Colombia y Chile.

Nicaraguans protest against People protest against the results of the presidential election in Costa Rica, Nicaragua on Nov. 7, 2021. ( The Yomiuri Shimbun via AP Images )

Nicaragüenses exiliados en Costa Rica salieron a las calles a protestar por el resultado de las elecciones presidenciales en su país. Source: AP/Yomiuri Shimbun

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, enfrenta amenazas de nuevas sanciones de Estados Unidos y críticas de la Unión Europea y países latinoamericanos, tras ganar sin sorpresas un cuarto mandato consecutivo en unas elecciones celebradas con siete aspirantes opositores detenidos.

Ortega, quien llegó al poder por las urnas en 2007, fue reelegido con un 75% de los votos, con la mitad de las mesas escrutadas, anunció este lunes de madrugada el Consejo Supremo Electoral (CSE), que prevé nuevos resultados por la tarde. 

Las reacciones no se hicieron esperar. Incluso apenas cerradas las urnas, el presidente estadounidense, Joe Biden, calificó los comicios de "farsa", y la UE aseguró que "carecen de legitimidad". El gobierno español, en particular, tildó el proceso de "burla". 


Puntos destacados:

  • El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó los comicios de "farsa", y la Unión Europea aseguró que "carecen de legitimidad".
  • Hasta el momento Colombia, Chile y Costa Rica han dado a conocer su rechazo al resultado de los comicios nicaragüenses.
  • Siete opositores que aspiraban al poder fueron detenidos antes de los comicios.

En Latinoamérica, Costa Rica, vecino de Nicaragua y que da refugio a decenas de miles de exiliados nicaragüenses, desconoció las elecciones, al igual que Chile y Colombia. 

Ortega, quien el jueves cumplirá 76 años, asumirá otros cinco años como presidente a partir del 10 de enero, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), junto a su poderosa esposa Rosario Murillo, de 70, que será vicepresidenta por segunda vez. 

El exguerrillero sandinista, quien también gobernó el país en los años 1980 luego de ayudar al FSLN a derrocar en 1979 al dictador Anastasio Somoza, enfrentó a cinco candidatos derechistas, desconocidos y tachados de colaboradores del gobierno, que en total obtuvieron el restante 25% de los votos.
Tras 14 años en el poder, Ortega es acusado por sus críticos y opositores de "nepotismo" y de instaurar una dictadura. Pero él asegura que su gobierno es del "pueblo".

Los comicios "completan la conversión de Nicaragua en un régimen autocrático", dijo la UE en un comunicado. "Fue una elección solo de nombre", estimó el Reino Unido.

América Latina dividida por Ortega

Ortega, que acusa al "imperio" y a la UE de "injerencia" e "irrespeto a la soberanía" de su país, recibió la felicitación de sus aliados de Venezuela, Cuba, Bolivia y Rusia, que condenó la postura de Washington y consideró los comicios "en pleno respeto" de la ley. 

Por su parte, hasta el momento, Costa Rica, Chile y Colombia han desconocido la victoria de Ortega en Nicaragua.

El presidente colombiano, Iván Duque, calificó de "fraude anunciado" a las recientes elecciones en Nicaragua. 

"No fueron unas elecciones libres (y) esto no nos tiene que sorprender, porque esto era crónica de un fraude anunciado", cuestionó Duque en una declaración a medios colombianos desde Jerusalén, donde cumple una visita oficial.   

Los dos países, Colombia y Nicaragua, mantienen un pleito limítrofe en el Caribe que ha deteriorado sus relaciones desde 2012. 

En julio, Bogotá llamó a consultas a su embajador en Managua por una ola de arrestos de opositores previa a las votaciones, y el gobierno de Ortega respondió poco después con idéntica medida.

Por su parte Costa Rica, vecino de Nicaragua y que da refugio a decenas de miles de exiliados nicaragüenses, desconoció las elecciones, al igual que Chile.

“Ante la ausencia de condiciones y garantías requeridas en democracia para acreditar las elecciones como transparentes, creíbles, independientes, libres, justas e inclusivas, Costa Rica no reconoce el proceso electoral en Nicaragua realizado el día 7 de noviembre del 2021”, se lee en un comunicado difundido el lunes por la noche.

Además agrega que “Costa Rica reitera que las acciones desplegadas por el gobierno de Nicaragua contra importantes actores políticos y sociales, líderes de oposición, grupos de jóvenes y medios de comunicación en ese país, contravinieron el libre ejercicio democrático, la garantía del pluralismo político y libertad de expresión”.  

En el documento Costa Rica hace llamado al gobierno de Nicaragua para que proceda “a la inmediata liberación y restitución de los derechos plenos de todos los presos políticos”.

Oposición acorralada

Los comicios se celebraron tres años y medio después de las protestas de 2018 que exigieron la renuncia de Ortega y cuya represión dejó al menos 328 muertos y más de 100.000 exiliados, sumiendo al país centroamericano de 6,5 millones de habitantes en una profunda crisis política.

Desde junio fueron ilegalizados tres partidos y detenidos 39 activistas sociales, políticos, empresarios y periodistas -entre ellos siete aspirantes presidenciales-, sumándose a unos 120 opositores que siguen presos desde 2018.

El gobierno "ha perdido una buena parte de su base social" y, por lo tanto, de "poder real", por lo que "recurre a una creciente represión" para evitar su "implosión", afirmó el sociólogo Oscar René Vargas.

"La integridad del proceso electoral fue aplastada" por el encarcelamiento, "hostigamiento" e "intimidación" de opositores, señaló el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, a nombre de los 27 países del bloque.

En virtud de leyes aprobadas a fines de 2020, los recientes detenidos están acusados de atentar contra la soberanía, de promover sanciones internacionales, de "traición a la patria" y "lavado de dinero". El domingo, Ortega acusó a los opositores de conspirar contra la "paz" del país, al tiempo que los tildó de "terroristas".

Los opositores habían llamado a la abstención. El CSE estimó en un 65% la participación, aunque el observatorio independiente Urnas Abiertas, que denunció el "hostigamiento a trabajadores del Estado" para forzarlos a votar, aseguró que la abstención habría alcanzado un 81,5%. Estos datos no se han podido verificar.

Sanciones y aislamiento

Tras los arrestos de los opositores, Estados Unidos y la UE impusieron sanciones al círculo íntimo de Ortega.

Biden se apresta a firmar un arsenal de medidas bajo la ley RENACER -aprobada por el Congreso la semana pasada-, para aumentar la presión sobre el gobierno.

La situación en Nicaragua se debatirá esta semana en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que podría suspender al país del bloque regional, aunque expertos creen que el aislamiento empeorará la situación y disparará aún más la migración.

El nuevo mandato de Ortega y Murillo "vaticina la perpetuación" de la "estrategia represiva contra voces críticas" y "la continuidad de la migración forzada de quienes se ven criminalizados por alzar la voz", dijo Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

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Published 9 November 2021 7:53am
By Silvia Rosas
Source: AFP

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