El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha respondido a las presiones para que se realice una revisión independiente de la cultura del trabajo dentro de la Casa del Parlamento, comprometiéndose a que esta se desarrolle "a distancia del gobierno".
La ex empleada liberal Brittany Higgins ha denunciado que fue violada por un colega masculino dentro de una oficina ministerial en 2019. Dijo que se sintió como si la presionaran para que renunciara tras el presunto incidente y no llevó la denuncia a la policía porque le preocupaba que afectara a su carrera.
Morrison envió el miércoles por la noche una carta al líder laborista Anthony Albanese, respondiendo a sus anteriores peticiones de una revisión independiente.
En la carta, Morrison dijo que esperaba que todas las partes de la política ayudaran a desarrollar la revisión.
"Espero que esta revisión se lleve a cabo con independencia del gobierno, que se consulte ampliamente a los parlamentarios y a su personal, a los departamentos y a las agencias que apoyan nuestro trabajo, y que proporcione información constructiva sobre las medidas que pueden aplicarse", escribió.
"En particular, he pedido que este proceso considere la adecuación, la eficacia, la independencia y el conocimiento de los apoyos actuales que están disponibles para los parlamentarios y su personal".
"Es importante que el personal que trabaja con nosotros sea escuchado en este proceso", expresó Morrison.
El primer ministro australiano ha dicho que ha escrito al ministro de Economía, Simon Birmingham, para pedirle que coordine la cooperación interparlamentaria.
La medida se produce después de que Morrison anunciara el martes que había pedido a la diputada liberal Celia Hammond que trabajara con los diputados para mejorar las normas laborales y proteger al personal de la coalición.
Los Laboristas, los Verdes y los parlamentarios independientes habían expresado su preocupación de que la respuesta fuera insuficiente, diciendo que era crucial una revisión independiente fuera de la influencia del gobierno.
Morrison también ha encargado a la subsecretaria de su departamento, Stephanie Foster, que dirija una revisión de cómo se lleva a cabo el proceso de quejas.
La propia afectada, Brittany Higgins, también ha pedido un "mecanismo de denuncia independiente" para el personal, en el que puedan presentar sus quejas con "confianza y seguridad".
Los parlamentarios independientes también han escrito a Morrison para pedir la creación de un organismo independiente de reclamaciones.
Helen Haines, Zali Steggall y Rebekha Sharkie dijeron que era necesario que existiera, pero fuera del Departamento de Finanzas, que actualmente maneja estos asuntos.
Haines dijo a SBS News que una revisión independiente garantizaría que la gente pudiera tratar estos asuntos con confianza.
"Necesitamos una cultura en el Parlamento australiano que todo el mundo pueda admirar", dijo la parlamentaria.
Steggall también dijo que una revisión externa sería una respuesta más apropiada "para asegurar que realmente hay salvaguardias establecidas y procesos adecuados, y que esto va más allá de cualquier partido político".
Preocupación por la respuesta del gobierno
Brittany Higgins tenía 24 años y trabajaba para la entonces ministra de Defensa, Linda Reynolds, cuando se produjo la presunta violación hace más de dos años.
La portavoz de responsabilidad gubernamental del Partido Laborista, Kristina Keneally, dijo el miércoles que la respuesta del gobierno al presunto incidente había sido "muy preocupante".
"Tenemos la evidencia de la propia Brittany Higgins de que se sintió como un problema que había que gestionar en lugar de un delito en el que ella era la víctima y que debía ser denunciado", dijo Keneally.
"No debería haber dependido de la víctima y de la superviviente el garantizar la seguridad de otras mujeres; debería haber habido un proceso en marcha".
Morrison se ha disculpado con Higgins por el modo en que el gobierno ha gestionado su respuesta.
Ella agradeció sus disculpas el martes, pero el miércoles publicó una nueva declaración en la que afirmaba que la "retórica de culpabilización de las víctimas" de Morrison había sido "muy angustiosa".
Las acusaciones de Higgins han vuelto a llamar la atención sobre lo que durante mucho tiempo se ha criticado como una cultura tóxica para las mujeres dentro del Parlamento.
Otros ex funcionarios liberales ya han hecho públicas sus acusaciones de agresión sexual.
El año pasado, una investigación de Four Corners también planteó la preocupación por el trato que reciben las empleadas políticas en Canberra.
Si usted o alguien que conoce ha sufrido una agresión sexual, puede llamar a 1800RESPECT al 1800 737 732 o visitar 1800RESPECT.org.au.
Lee otros artículos de SBS Spanish:
