Políticas de las aerolíneas sobre vacunas contra la COVID-19 ponen a prueba los derechos laborales

Las políticas de las aerolíneas que exigen vacunas serán una prueba turbulenta de los derechos laborales, según reflexiona Giuseppe Carabetta, Profesor titular de la Escuela de Negocios de la Universidad de Sídney, en un artículo en The Conversation.

Flight Attendant

Source: Getty

“Las compañías aéreas quieren que te vacunes. Quieren que se vacune el mayor número posible de personas. Cuanto antes ocurra, antes se abrirán las fronteras y podrán volver a ser rentables”, señala Giuseppe Carabetta, Profesor titular de la Escuela de Negocios de la Universidad de Sídney, en un artículo en The Conversation.

El académico se pregunta si las aerolíneas australianas podrán obligar a vacunarse como lo hace

Cathay Pacific, que ha dicho a su personal de vuelo con base en Hong Kong que debe vacunarse antes de agosto o se revisará su empleo. 


Puntos destacados:

  • Qantas ha lanzado la zanahoria de los puntos de viajero frecuente adicionales para los pasajeros totalmente vacunados, además de diez "megapremios" de un año de viajes gratis para las familias. Virgin Australia tiene planes similares. También tiene un plan para animar a sus trabajadores a vacunarse. Al parecer, esto incluirá la posibilidad de ganar vacaciones anuales adicionales.
  • En Australia, el gobierno no ha dado ninguna orientación general sobre si los empleadores pueden insistir en que los empleados se vacunen contra la COVID-19.
  • El terreno legal en Australia para que los empleadores insistan en que los empleados se vacunen sigue siendo turbio.

El académico indica que éstas buscan proteger a los clientes y al personal de la COVID-19, al poner como ejemplo que Qantas, que recompensa con puntos adicionales a los viajeros frecuentes que estén vacunados y otros premios, considera la posibilidad de emprender acciones legales por las transmisiones en el lugar de trabajo.

Virgin Australia tiene planes similares. También tiene un plan para animar a sus trabajadores a vacunarse. Al parecer, esto incluirá la posibilidad de ganar vacaciones anuales adicionales.

Australia no tiene una política general clara sobre la relación entre empleo y vacunación, a diferencia de Estados Unidos que permite que los empleadores exijan a sus empleados que lo hagan, con algunas excepciones médicas o religiosas.

Los gobiernos de Queensland y Australia Occidental han aprobado leyes que obligan a los trabajadores a vacunarse, pero solo en determinados lugares de trabajo con fines sanitarios y de cuarentena, indicó Cabaretta.

“Por lo tanto, la legalidad de la política de Alliance Airlines depende de una "prueba" general del derecho común para determinar la validez de las políticas en el lugar de trabajo.

Esta prueba consiste en determinar si una política o directriz es "legal y razonable" dadas las circunstancias”, precisó el académico.

Cabaretta enumeró que estas circunstancias se refieren a la naturaleza del trabajo, si este puede realizarse de forma remota, el éxito del programa de vacunación, la orientación de los gobiernos, las circunstancias del empleado, entre otras razones.

“Qantas y Virgin podrían estar en terreno más seguro debido a sus operaciones internacionales, si la prueba de vacunación se convierte en obligatoria para otros destinos. Sin embargo, creo que la cuestión de la vacunación de los empleados del sector aéreo se resolverá en última instancia mediante la intervención del gobierno.”, subrayó.

El foco en un caso que puede sentar precedente legal

El jefe de Qantas, Alan Joyce, señaló en noviembre que, una vez que las vacunas estén ampliamente disponibles, exigirá a los viajeros internacionales que se vacunen, lo que sugiere implícitamente que exigirá lo mismo al personal de los vuelos internacionales.

Pero Carabetta explica que en el terreno legal en Australia para que los empleadores insistan en que los empleados se vacunen sigue siendo turbio.

Esto dependerá del caso de la aerolínea regional de Queensland Alliance Airlines, que es propiedad de Qantas en un 19,9%, y colabora tanto con Qantas como con Virgin Australia, que es el primer empleador de Australia que insiste en que todos sus empleados estén vacunados.

Esta aerolínea especializada en vuelos desde y hacia las explotaciones mineras. anunció su política de vacunación obligatoria contra la gripe y el COVID-19 a finales e mayo, una medida que han cuestionado legalmente los sindicatos que argumental que va más allá de las competencias de la aerolínea.
A Melbourne Airport staff member waves to a pilot in a Sydney-bound Jetstar plane at Melbourne Airport on 23 November 2020.
有機場職員被拍下停機坪跳舞片段惹爭議(資料圖片) Source: AAP

Un fallo reciente

La Comisión de Trabajo Justo de Australia ha demostrado el equilibrio necesario para aplicar estos factores en su sentencia más reciente en un caso de despido improcedente relacionado con la negativa a vacunarse contra la gripe.

La demanda fue presentada por María Corazón Glover, una asistente de cuidados comunitarios de 64 años, que se negó a vacunarse tal y como obligaba su empleador desde 2009, el proveedor de cuidados para personas mayores y discapacitadas de Queensland, Ozcare.

En su fallo, la comisaria Jennifer Hunt confirmó su despido a pesar de que la política de Ozcare superaba las órdenes de salud pública debido a laa vulnerabilidad de los clientes de Ozcare, entre otros motivos.

En este sentido, una aerolínea podría aumentar que el personal de cabina interactúa con personas en entornos con un mayor riesgo de transmisión del COVID-19 y en los que el distanciamiento social es imposible, aunque un empleado podría replicar que, a diferencia de los trabajadores de atención a la tercera edad o a los discapacitados, tienen un contacto mucho menos estrecho con personas vulnerables y de alto riesgo, sopesó Cabaretta.

“La naturaleza de la prueba de razonabilidad en cada caso significa que cualquier política de vacunación generalizada es problemática. Más aún si hay resistencia por parte de los empleados”, precisó..

La discriminación puede ser válida

Los empleados que son despedidos por negarse a vacunarse también podrían argumentar que equivale a una discriminación por motivos prohibidos, como la discapacidad o el embarazo, cuando la vacunación COVID-19 puede ser insegura o plantear riesgos médicos.

Sin embargo, según la Ley de Trabajo Justo, los empleadores tienen una defensa válida para una acción discriminatoria si una política o decisión se basa en los "requisitos inherentes" del trabajo.



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Published 28 June 2021 10:10am
By Giuseppe Cabaretta
Source: The Conversation

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