El aporte de Australia tras el lanzamiento hace 50 años del Apolo 11

El alunizaje fue transmitido en todo el mundo, pero los primeros pasos de Neil Armstrong no hubieran sido vistos sin la ayuda de varios australianos y la tecnología australiana.

Astronaut Buzz Aldrin Jr. stands next to the Passive Seismic Experiment device on the surface of the the moon.

Astronaut Buzz Aldrin Jr. stands next to the Passive Seismic Experiment device on the surface of the the moon. Source: NASA

David Cooke tiene 87 años y está jubilado, pero hace cincuenta años era uno de los ingenieros que trabajó en la localidad de Parkes, en Nueva Gales del Sur. Desde allí Australia y Cooke hicieron historia.

Cooke estuvo dentro del telescopio de Parkes, conocido popularmente como “El plato” (The Dish) cuando Neil Armstrong se convirtió en la primera persona en caminar por la Luna.

“La mayoría de nosotros miramos por la pequeña pantalla verde de televisión cómo el módulo de aterrizaje estaba asentado sobre la superficie de la Luna”, recordó Cooke en declaraciones a SBS News.

“Después Armstrong bajó por las escaleras, puso un pie en la Luna y dio su famoso discurso”.
David Cooke
David Cooke was inside the Parkes telescope during the 1969 moon landing. Source: Supplied/David Cooke
Eso fue el 21 de julio de 1969 a las 12.56 pm en al costa este australiana.

La hazaña de Armstrong fue vista por 600 millones de personas en todo el mundo.

Las imágenes desde la Luna fueron captadas por la NASA en la estación de Goldstone, California, así como también desde Honeysuckle Creek, cerca de Camberra; y Parkes, about 400a 400 kilómetros al oeste de Sídney.

Otras estaciones australianas también participaron en la misión, entre ellas Tidbinbilla en el Territorio de la Capital Australiana, Carnarvon en Australia Occidental y Culgoora en Nueva Gales del Sur.

“El telescopio de Parkes fue el radiotelescopio más avanzado y más sensible del mundo”, afirma el científico de esta instalación John Sarkissian.

El Apolo regresa a su plataforma


Cincuenta años después de que tres astronautas estadounidenses despegaron de Florida hacia la Luna, un veterano del Apolo 11 regresó el martes a la legendaria plataforma de lanzamiento para conmemorar "un salto gigante" que se convirtió en un momento histórico de la humanidad.

"Nosotros, la tripulación, sentimos el peso del mundo en nuestros hombros, sabíamos que todos nos estarían mirando, amigos o enemigos", dijo el piloto del módulo de comando Michael Collins desde el Centro Espacial Kennedy. 

Buzz Aldrin y Michael Collins son los únicos dos tripulantes que sobreviven del Apolo 11 que aterrizó en la superficie de la Luna, en una misión que cambiaría la forma en que la humanidad concibe su lugar en el Universo.

Su comandante y el primer hombre que pisó la Luna, Neil Armstrong, falleció en 2012. 

La nave espacial tardó cuatro días en llegar a la Luna antes de que el módulo lunar, conocido como "Eagle", tocara suelo en la superficie del satélite el 20 de julio de 1969. 

Armstrong salió de la cápsula unas horas después descendiendo hasta el pie de la escalera, mientras pronunciaba la frase inmortal: "Ese es un pequeño paso para el hombre; un gran salto para la humanidad." 

Collins permaneció en órbita lunar en el módulo de comando Columbia, el único medio de transporte que los astronautas tenían de regresar a la Tierra.

"Siempre pienso que un vuelo a la Luna es como una larga y frágil cadena de acontecimientos", dijo Collins, de 88 años, en el primero de muchos eventos planificados durante este semana.

Esto incluye la devolución del traje de Armstrong al Museo del Aire y el Espacio de Washington, tras más de una década de trabajos de restauración. 

Collins rememoró que la misión se dividió en pequeños objetivos, como conseguir ir más rápido que la velocidad de escape de la Tierra, necesaria para liberarse de la fuerza de la gravedad terrestre, o reducir la marcha para orbitar sobre la Luna.
the crew of the Apollo 11, from left, Neil Armstrong, commander; Michael Collins, module pilot; Edwin E. "Buzz" Aldrin, lunar module pilot.
The crew of the Apollo 11, from left, Neil Armstrong, commander, Michael Collins, module pilot, Edwin E. "Buzz" Aldrin, lunar module pilot. Source: AAP Image/NASA via AP
Aldrin, que ha sido relativamente más esquivo con la prensa, no participó el martes en el acto al que estaba previsto que acudiese con su excompañero de viaje.

Activo en Twitter y siempre con calcetines con la bandera estadounidense, Aldrin ha sufrido problemas de salud y familiares que culminaron en marzo pasado con una tregua a una disputa judicial con sus hijos sobre sus finanzas

Aldrin es el segundo hombre que pisó la Luna. Solo cuatro de los 12 hombres que han estado en suelo lunar están vivos.

- El mejor vocero -

A diferencia de sus excompañeros, Collins ha pasado medio siglo respondiendo preguntas sobre si se sintió solo o excluido. 

"Siempre me preguntaron si no soy la persona más solitaria en toda la historia solitaria de todo el sistema solar solitario cuando estaba solo en esa órbita solitaria", recordó. "Y la respuesta es 'no, me sentí bien'". 

"Me sentí muy feliz de estar donde estaba y de ver cómo se desarrollaba esa complicada misión". 

"Podría haber disfrutado de un café caliente. Si quería música, también tenía. El viejo Módulo de Comando del Columbia tenía todas las facilidades que necesitaba, y era bastante grande y realmente disfruté mi tiempo en vez de sentirme terriblemente solo".

Collins agregó que se le ofreció la oportunidad de ser comandante del Apolo 17, pero lo rechazó porque no quería pasar otros tres años lejos de su esposa y sus hijos pequeños.


 

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Published 17 July 2019 8:17am
Presented by SBS SPANISH
Source: SBS Spanish


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